De inmediato decidí
una silla fabricarle
para que esté más confortable
con clavos la madera fundí
y en su lugar la silla añadí.
Atilio:
Sentarme aquí es mi pasatiempo favorito
te lo agradezco muchachito
me has hecho una silla hermosa
la tendré en la entrada de mi casa,
de verdad te agradezco mucho el favorcito.
Armando:
No me agradezca
usted se lo merece
cuando un hombre envejece
se llena de nobleza
no apoyarlo sería una vileza.
Atilio:
Yo muchos hijos tengo,
de ninguno de ellos me sostengo
desde ahora serás mi hijo
cuando llegaste Dios me bendijo,
de entre los demás yo te distingo.
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