Se esconden en la montaña
y así confiados celebran;
nuestras voces en silencio rezan,
no por temor ni saña
sino por realizar correctamente nuestra hazaña,
tendemos la emboscada,
los rodeamos para caerles como cascada,
sigilosamente esperamos, se acuestan a dormir
muy confiados sin centinela,
su fechoría será derrocada.
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