Mientras aun roncaban,
nos abalanzamos al ataque,
todos en silencio y en bloque,
con calma y firmeza ajustician
y cada paso que dan su destino cambian,
silenciosos y astutos como un zorro,
ni una bala se disparó,
todos los abigeos fueron capturados
por fin pagarán sus abusos,
recuperamos nuestro humilde tesoro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario