Yo me sentía tranquilo
pues era inocente
del mal no era pretendiente,
del robo ni siquiera fui pupilo,
antes que comandante parecía un vándalo,
se ve de lejos su decadencia,
ante nuestra presencia
todos estaban iracundos
nos miraban como si fuéramos inmundos
sus miradas daban una oscura advertencia.
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