Ante este mar de amor,
lleno mi alma de alegría
y mi mente con sabiduría
en este estanque de dulzura y fervor,
pongo toda mi fuerza y vigor,
acá en mi sierra me acomodo,
ya que cuando en Lima lo perdí todo,
acá ese todo no valía nada,
muy equivocado estaba,
porque por ese nada vivía atormentado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario